LEJOS DEL ATLÁNTICO
Fernando Huici
El País, 14 de mayo de 1988.
José Artiaga, nacido en Mondoñedo en 1955, pertenece, por así decir, a una segunda hornada de pintores gallegos de los ochenta. Aunque su andadura pública se inicia en la pasada década con la participación en diversas colectivas y realiza ya su primera individual en 1981, no es, por circunstancias diversas, sino hasta hace unos cuatro años cuando su trayectoria cobra un ritmo más regular y constante. Afincado desde hace un tiempo en Madrid, nos presenta ahora su primera muestra personal en esta ciudad.
Esta acumulación de datos geográficos y cronológicos son para mejor entender la naturaleza actual del trabajo de José Artiaga, coincidente y distanciada de los rasgos y tópicos que han definido a la pintura gallega de su generación, que tan fuerte impacto causó en el panorama español de inicios de los ochenta.
Artiaga comparte una pictoricidad muy directa, muy suelta en sus gestos, en el fluir de la pintura y en el impacto del color, comparte, si se quiere, también la referencia a las raíces, como esa Galicia emblemática que se asoma a muchas de sus telas recientes. Pero hay también un alejamiento sustancial respecto a esa expresividad atlántica que se ha atribuido al que debiera haber sido su contexto generacional.
Al igual que la alusión a Galicia forma un cruce de referencias irónicas con otros símbolos madrileños como el oso que se lleva el árbol a través de Castilla o Poseidón robando la Puerta de Alcalá, alusiones al propio ojo e identidad voraz del escultor, en las propias telas de Artiaga esa inmediatez del color se asienta sobre inquietudes compositivas que se alejan de la pura dinámica gestual. Me parecen particularmente interesantes aquellas piezas más recientes de la muestra, en las que el artista combina elementos de un mismo o distinto formato, introduciendo una variable conceptual que abre en su obra un horizonte prometedor.